lunes, abril 25, 2011

Esquejes del corazón

Estar lejos, a la vez fuera. Mirar dentro y seguir lejos, en la utopía, que cerca nunca nadie podrá estar. Las bestias corren libres, y lo revuelven todo, nunca entristecen. Bestias claras, bestias pardas… El verde canta mientras se alza e intenta agarrar el cielo… a su lado pequeñas manchas lilas, tal vez pintura salpicada de ayer que aún recuerdo. El amarillo es el reflejo del sol que oculta mis lágrimas, pero me ciega. Robustos viejos, y gigantes torcidos permanecen inmóviles, arraigados al suelo, asomados desde lo lejos, observándolo todo. Y el cielo parece no escuchar, pero aquí todo suena, ya sea ruido o melodía, jolgorio o tristeza...

Y desconecto de mis pensamientos y llamo a las bestias que se acercan alegres, vivas, curiosas…

…y me dan la bienvenida al mundo real.