sábado, noviembre 26, 2011

No llamaste


Ha pasado un año, recorriendo los rincones del amanecer, adentrándome en las puertas del atardecer y la noche. 365 días que saben amargos, pues no ha salido todo a pedir de boca. Estaba esperando impaciente tu llamada, pero, tonto de mí, no llamaste.

Hace unos meses que te fuiste a ese mundo que creías mejor, sabías que iba a ocurrir tarde o temprano, y te preparaste para ello, aunque yo no lo estuviera. Te marchaste sin decir nada, así, tan de repente. Hoy esperaba impaciente tu llamada, tonto de mí, no llamaste, abuela.