miércoles, marzo 30, 2011

Nostalgia

Posado sobre las ramas de un árbol poblado por otros pájaros celestes, me ha sido inevitable recordar aquellos tiempos en los que uno recién salía del cascarón y esperaba a que le crecieran las plumas de color azul. Antes de poder siquiera jolgorear, tan sólo piábamos mientras secuencias animadas pasaban ante nuestros ojos. ¿Qué ha sido desde aquel entonces? ¿Cuántas hojas han caído de todas y cada una de las ramas que dan vida a este árbol, y cuantas han vuelto a crecer? ¿Se habrá marchado alguna para siempre, o habrá regresado acompañada? Mientras el azul celeste se apaga y se torna poco a poco gris, noto en el interior la ausencia de esos brotes verdes y relucientes, y quizás se haga más amargo el sentimiento al no saber cuantos se irán para no volver Solo queda descender al suelo y, junto a la orilla del río, mirar al cristal líquido, para intentar ver qué me depara la corriente.

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